
La salud mental es tan importante como la salud fÃsica
Mayo es el , un momento para dar prioridad a nuestro bienestar psicológico. La salud mental es más que la ausencia de una afección; representa un estado de bienestar que fomenta la capacidad de una persona para prosperar y desarrollarse en su vida cotidiana. Implica resiliencia emocional, un sentido de propósito y la capacidad de establecer relaciones satisfactorias que mejoren nuestra calidad de vida en general. Pero, ¿por qué&²Ô²ú²õ±è;detenerse ahÃ?
La conexión entre salud fÃsica y mental
Tanto la salud mental como la fÃsica son aspectos cruciales de la salud general y están estrechamente interconectadas. Si se centra en la salud mental, también puede mejorar su salud fÃsica, y lo mismo ocurre a la inversa.
A diferencia de otras enfermedades fÃsicas, las mentales se originan en el cerebro. El cerebro, como cualquier otro órgano, experimenta cambios, curaciones y lesiones en función de las experiencias vitales. Las enfermedades mentales también pueden afectar al resto del cuerpo. Por ejemplo, la depresión aumenta el riesgo de desarrollar enfermedades crónicas como diabetes, cardiopatÃas y accidentes cerebrovasculares. Y una mala salud fÃsica puede afectar negativamente a nuestra salud mental. Las afecciones médicas crónicas o en curso, como las lesiones cerebrales traumáticas, el cáncer y la diabetes, aumentan el riesgo de padecer una enfermedad mental.
Según los (CDC por sus siglas en inglés), en 2023, uno de cada cuatro adultos en los EE.UU. experimentó una enfermedad mental, mientras que uno de cada 20 experimentó o tuvo que afrontar una enfermedad mental grave. Si no se tratan, las enfermedades mentales graves pueden provocar importantes problemas de salud emocional, conductual y fÃsica.
Cómo el estigma crea una barrera a la atención médica
Una mente sana es parte integral de un cuerpo sano. Para ver por igual la salud fÃsica y la mental, hay que dejar atrás el estigma existente. Aunque cada vez más personas se enfrentan a problemas de salud mental y trastornos por consumo de sustancias, la gran mayorÃa no busca ayuda debido al estigma.
"La salud mental y las enfermedades mentales afectan a casi todas las familias, pero el estigma sigue creando vergüenza, miedo, duda, aislamiento e incomprensión. Este estigma impide a menudo que las personas busquen el tratamiento que necesitan y merecen urgentemente".
Cuando los trastornos mentales se perciben como elecciones que pueden controlarse, en lugar de reconocerlos como afecciones médicas que pueden controlarse y tratarse, se aÃsla aún más a quienes los padecen y se fomenta una sensación de culpa y vergüenza. Del mismo modo, muchas personas que padecen trastornos por consumo de sustancias cargan con el peso de un punto de vista social que ve el consumo de sustancias como una falta de fuerza de voluntad y lo considera un problema que hay que solucionar.
El sentimiento de culpa que rodea a los problemas de salud mental y de consumo de sustancias puede hacer que las personas que los padecen eviten buscar ayuda profesional o incluso buscar el consuelo y la comprensión de sus compañeros y seres queridos. La vergüenza o el sentimiento de culpa en torno a la depresión o a cualquier otro problema de salud mental es tan anticuado como pensar que uno es débil o defectuoso por necesitar llevar lentes.
Combatir el estigma de la salud mental
Eldredge sugiere cambiar la mentalidad sobre la salud mental y luchar contra la estigmatización:
- Encontrar ayuda. Si le duele una muela, no intente "aguantarse", asà que ¿por qué&²Ô²ú²õ±è;iba a hacer lo mismo con su salud psicológica? Las enfermedades mentales pueden ser más complejas, pero pueden tratarse igual que la diabetes o la hipertensión.
- No dejarse llevar por el estigma y la vergüenza. Aunque el estigma puede venir de otros, muy a menudo también viene de nosotros. Reconocer un problema de salud mental no es un signo de debilidad. Por el contrario, es un signo de fortaleza.
- Pasar tiempo con amigos y seres queridos. Si tiene un problema de salud mental, puede que sea reticente a contárselo a los demás. Sea sincero y abierto con sus seres queridos para no sufrir solo. Hablar abiertamente de su salud mental puede animar a otros a buscar ayuda.
- Hable contra el estigma. Cuando tenga la oportunidad, denuncie el estigma de la salud mental. Recuerde amablemente a los demás que el tratamiento de una enfermedad mental es tan importante como el de una enfermedad fÃsica.
"Hasta que no empecemos a considerar la enfermedad mental como una afección que afecta al cerebro, igual que consideramos las enfermedades que repercuten en el corazón o los riñones, seguiremos sufriendo los efectos dañinos del estigma", afirma Eldredge. "Atender tanto nuestras necesidades de salud fÃsica como mental puede mejorar enormemente nuestro bienestar general".